Killer is me


Supongo que pegaría hablar de mi estancia en Madrid, pero no sé si es muy apropiado. No por nada, sino porque entre tantas cosas, he iniciado un nuevo diario. No sé si por la añoranza que me ha dado releer mis textos de adolescencia, o porque me enamoré del cuaderno "casihechoamano" de tapas negras que vi en una tienda en la calle Fuencarral. Digo lo de casi, porque es del mismo corte que los que yo me preparo para mis poemarios y chorradas. Ayer por la mañana lo inicié, en el autobús de vuelta de Madrid a Huelva.

Y ya digo que pegaría hablar, pero no estoy por la labor. Es complicado hacer un viaje y meter la pata de tal modo que haya quien desee que te dejes amar, y quien desee que te dejes matar, (o simplemente arrojarte del vagón de un metro en marcha). Y a pesar de todo, habérmelo pasado bien. No bien, sencillamente genial. A pesar de los pesares, que ya habré escrito en más de una ocasión.

Es divertido cuando te cruzas con algún famoso, que en realidad me importa una mierda, pero es gracioso ir andando, que alguien te de en el hombro, darte la vuelta y que sea la chica con la que te lo pasaste de puta madre la noche antes. Es gracioso porque es Madrid, capital del imperio, donde hay más de tres millones y pico de personas. También es gracioso volver solo de madrugada al hotel en metro, y que entren en tu vagón esas chicas que por ellas me hubieran despedazado por ser tan cabrón. Curiosamente, no nos habiamos visto jamás en persona hasta ese momento, yo a ellas apenas ni en foto, pero las identifiqué, me identificaron, y desearon tener un revólver que yo les hubiera ofrecido gustoso.

Volvía de un día agotador, en el que había conocido el rastro de Madrid por primera vez, y lugares donde tomar algo en Malasaña que me encantaron. Descubrí zonas de Madrid por las que no había pasado jamás y me reencontré con otras que pude vivir de manera diferente.

El domingo que planeaba quedarme descansando en el hotel, una llamada me acabó llevando a hacer cola en la entrada de un cine. Películas de terror de los 80 gratis, copa gratis (que no me terminé) y un espectáculo que no había visto jamás. El público gritaba, se reía a carcajadas, fumaba y hacía botellón en la sala de cine, de butacones "vintage" mientras los organizadores animaban a más no poder. Una chica explosiva se desnudó hasta terminar luciendo una lencería de cuero negro para lanzar regalos al público y una transexual disfrazada de zombie... bueno, llevaba el show a su manera.

La primera película, The Midnight Hour, una mierda infumable. Lo mejor los videos que ponían al principio. Trailers varios y chorradas de youtube.

A todo esto, he empezado a leerme 1984. Debo decir que aunque al principio no me atraía mucho, tras las 4 ó 5 primeras páginas me fue gustando más y más. Sólo llevo leídos 4 capítulos, y de momento lo recomendaría.

El sábado había sido diferente. Hablando inglés con una chica de Colombia sólo por hacer el tonto, después de estar bebiendo lo más barato y peligroso que he tomado jamás. Luego cantando con ella y gritando por toda la Gran Vía... indescriptible. Pero obvio que no sólo puedo hablar de ella, porque éramos más. Pero como dije al principio, no me apeece mucho hablar de Madrid.

Ha sido un viaje extraño pero necesario.

La noche del domingo llené la bañera con agua caliente. Me encanta ducharme en los hoteles, porque no se acaba jamás el agua caliente (Bueno, salvo en aquella mierda de Almonte con las puertas de aluminio) Y si no te importa mucho tu culpa sobre el cambio climático, te puedes pegar el tiempo que quieras bajo el grifo. En este caso no fue ducha, sino baño. Esperé que acabase de sonar el unplugged de Nirvana completo antes de salir de allí. Me comí un bombón de los que me habían dejado de atenciones... Era una habitación para dos. Bombones, cama 2x2

También fue gracioso que cuando llegué, la chica que me atendió en el mostrador, me reconoció. (Yo a ella no, por eso de mis despistes y mi mala memoria) Y queda realmente mal no acordarse de alguien con quien has pasado toda una noche, haga el tiempo que haga.

Insisto, Madrid (Y España. porque a esta chica la conocía de Huelva) es un pañuelo.

Y yo que hubiera querido ir de estrella del rock, acabé borracho pero sin destrozar la habitación. Algo fallaba. Llevaba las pintas y la actitud. Me volví pesado y divertido. No recordaba una noche tan loca como la de aquel sábado, pese a acabar arrastrado, como en mi "niñatez"

Fallaba yo. Fallaba que sin darme cuenta, me he convertido en un ser que detesto. He perdido la capacidad de sentir algo. Vuelve a haber una Asociacion de Víctimas de Sam, como ya la hubo tiempo atrás... Que orgullo, ¡que ego! Que idiota.

"[...]
He recorrido el mundo
buscando una ciudad que no hubieras pisado
y quedarme allí.
He besado vírgenes,

abrazado santos.

He vuelto a sentirme
egoistamente deseado
[...]"


Me da miedo releer mis poemas. Este de 2007 ya presagiaba algo.

Pero está bien de hablar de mí, y de Madrid. De los deseos y mi frialdad aparente. Entiendo que mi actitud genere víctimas, pero yo mismo soy víctima de una actitud que no puedo controlar. Que provoca situaciones dolorosas. Es mi propio dolor que no me deja avanzar.

Soy yo, que intento abrir una ventana, una puerta, una rendija. Que me esfuerzo, pero el huracán desatado en mi cabeza la cierra y me envuelve. Me lleva a no saber dónde amanezco, como la mañana del domingo. A no saber si lo que hago está bien. Y de verdad que no quiero hacerle daño a nadie. No entiendo a este Sam que se entusiasma y se desinfla, que nace y muere cada día, como si todo lo de su alrededor fuese nuevo, diferente... como si todo lo aprendido no me hubiera servido nunca de nada.

Comments (3)

Pues menos mal que no te apetecía hablar de Madrid...
Es bueno revisitar ciudades porque se redescubren. una vez por la edad, otra por la compañía, incluso, por las circunstancias. Es como la confirmación de que todos los lugares se vuelven distintos dependiendo del momento XDD

Por cierto: "Entiendo que mi actitud genere víctimas, pero yo mismo soy víctima de una actitud que no puedo controlar" ¡¡Vaya escusa más mala!!

Gracias por venir, por existir, por estar, por ser, por querer, por todo.
Siempre te tendré en mi corazón.


PD. Se te olvidó mencionar que casi todo ello, fue conmigo.

Angelical! mis excusas nunca son malas, simplemente contradictorias, como yo! pero es como un perrito acorralado k muerde la mano d su dueño...

no me olvido, J. fuiste un pedazo de anfitrion. aunque no welvas a llevarme al outlet ¬¬ xD