a kien le importa?

12

Que los partidos políticos son empresas, creo que es algo que he dicho ya muchas veces. Quien trabaje para una gran empresa, sabe que el 90% de su éxito es la imagen que proyecta. La apariencia de que todo funciona a las mil maravillas, que los errores se atajan rápido y que para cada problema hay una solución inmediata o los máximos esfuerzos y recursos dedicados a ello.

MENTIRA. Y no porque no sea posible, sino porque es más fácil decir las cosas que hacerlas. Y también es más cómodo dejar que el cliente se olvide de su historia y entretenerlo con otras cosas. ¡Incluso puedes invitarle a un refresco y darle una conversación amable y lo tendrás pensando lo genial que eres!

En ocasiones uno da con un trabajador que no sólo busca lo mejor para su empresa, sino que piensa que lo mejor para su empresa muchas veces es darle al cliente lo que realmente necesita, porque conseguirá un cliente feliz que volverá de mejor humor a hacer uso de nuestros productos o servicios.

Pero eso es sólo, como ya he dicho, en ocasiones...

Lo habitual es poner una sonrisa, quitarle hierro al asunto y decir que se hará todo lo posible. Mientras se invita al cliente a tomar algo, a probar otro producto o simplemente se le ignora porque es un caso aislado. ¡La manzana podrida en una cesta repleta de jugosa fruta!

Y así es como funciona este país. Una gran empresa plagada de "pymes" Y digo lo de grande por la cantidad de dinero que mueve y los más de 40 millones de clientes potenciales que la sufren, no porque haga bien las cosas.

Se dice que el paro baja, cuando lo único que se hace es engordar las listas de "reempleados" con gente que hace cursos o sustituciones y contrataciones de 10 y 15 días. Se dice que se va a ayudar a quien no tiene nada y se fijan unos requisitos que apenas pueden cumplirse.

Luego va una señora con problemas de movilidad a tomar un vuelo y le obligan a pagar billete para su silla de ruedas, y todos tan contentos, porque así es como funciona el sistema. Nos conformamos con indignarnos y esperar a que alguien lo solucione, porque pensamos y sabemos que no está en nuestra mano.

Quizá venga el director de esa empresa, o alguno de sus subalternos y de una solución que calme conciencias y discusiones de ascensor. Quizá sólo baste con que diga que están trabajando porque algo así no vuelva a producirse, y de repetirse, dirán que es un caso aislado que ha escapado al exhaustivo control al que se somete.

A diario leo veo y escucho cosas que me joden. Y bueno, no es por empatía, es sencillamente porque creo que podríamos hacer de este país y de este planeta un lugar más habitable, pero lo frenan nuestros instintos incontrolados, la enferma infantilidad de los poderosos... No es necesario siquiera ni tener afecto por las personas para intentar, dentro de las posibilidades individuales de cada ciudadano, facilitarle cualquier cosa que a esa persona pueda serle importante.

A mi, gente que me conoce bien me ha llegado a decir que yo no quiero a nadie. No es del todo cierto, aunque sí que tiene su parte de verdad, porque hay gente que se consideran cercanas a mí, que me importa una mierda si salen o entran de mi vida. La inmensa mayoría de las personas que circulan por mi día a día, son prescindibles, pero sin embargo intento hacerles las cosas más fáciles cuando estoy con ellas, porque creo que es de sentido común. Y si puedo ayudarlas, lo hago sin caer en falsedades ni martirios. No lo hago por estupidos cumplidos sociales, sino porque está en mi mano y no me cuesta ningún trabajo.

No es cierto que no quiera a nadie. Pero sí es cierto que no necesito sentir cariño ni lástima para echar una mano si creo que alguien la necesita. Y no soy más bueno que nadie. Ni lo hago porque espere ir al cielo, al paraiso de los majadmajandas ni ke el karma me lo devuelva convertido en 200 millones de euros.

Pero no sólo podemos hacer un mundo mejor ayudando a nuestros conciudadanos con tareas que no nos supongan esfuerzo ni implicación, sino que podemos ayudarnos a nosotros mismos siendo conscientes de la realidad en que vivimos. Sin dejarnos cegar ni comprar por propaganda barata, por regalos miserables, por espectaculo y leones.

No estoy diciendo que no haya que disfrutar de las opciones de ocio que tenemos en esta vida. Al contrario, estoy diciendo que debemos disfrutar la vida haciendo lo que queramos, pero que no dejemos que eso nos ciegue, o que permita que las empresas políticas se burlen de nosotros. Que seamos conscientes de que otra sociedad es posible cuando todos nos despertemos de este engaño y reivindiquemos una gestión eficaz sin manipulaciones ni mentiras.

No critico a las personas, critico nuestra incapacidad para ver por encima de nuestros problemas, nuestra inutilidad para darnos cuenta de las tramas y corruptelas que nos rodean y perjudican. Nuestro MIEDO.

Por eso este blog se llama así, y este post también, porque realmente, ¿a kien le importa algo de esto? Yo mismo tengo un puesto de trabajo acomodado. Poco a poco me he ido labrando una vida en la que no necesito reivindicar nada, porque estoy instalado en el sistema al que critico. No soy ningún inadaptado, pero pienso que las cosas podrían funcionar mucho mejor sólo si hubiese voluntad. Sólo si el conocimiento de los ciudadanos fuese en más de un 5o% de los mismos, superior al de las mentes gobernantes. Sólo si tomasemos conciencia de lo que de verdad importa y perdiesemos el miedo a exigir y reivindicar legitimamente lo que es justo y de bien.

Por eso creo que voy a dar por concluido a kien le importa por un tiempo como blog crítico y reivindicativo, porque realmente es cierto que todo esto importa más bien poco. Porque no importa lo que nos mangoneen, mientan o escupan a la cara mientras sigamos teniendo nuevos canales de televisión y nos sigan tratando con una sonrisa o nos inviten de vez en cuando a un refresco.

Hasta la próxima.


_