En otro tiempo me hubiera resultado más fácil escribir esto... incluso haber preparado alguna sorpresa idiota. Tallar un corazón de madera con nuestros nombres, escribir "te amo" en las paredes, los pupitres...
Ya sabes que pienso que toda esta chorrada de fechas comerciales no tiene mucho sentido, pero en el fondo me gusta tener un detalle absurdo que te haga sonreir. Soy sólo eso, yo no tengo principios inamovibles.
Los días han sido oscuros y la noche siempre llega pronto. La luz del Sol se esconde tras la marisma y el cielo se vuelve anaranjado y lúgubre. No hemos tenido tiempo para nosotros. Toda esa neblina te cegó y te hizo insoportable.
Es triste mirar a un pasado tan doloroso y que esto me impida ver un futuro mejor. Los miedos han anidado en mí en forma de desconfianza. Son bestias dentadas que centellean en los rincones de mi memoria y de mis pesadillas. Blasfeman contra lo que fuimos y contra lo que podríamos haber sido y reducen tu presencia a una ridiculez indescriptible. Te has vuelto a sus ojos como un enjendro irrisorio, una parodia de la humanidad más desvirtuada. Eres un chiste en los labios de un gangoso.
Yo no me esforzaba en ser feliz. Simplemente lo era al margen de mis terrores y mis prejuicios. Al margen de mis visiones de un futuro desgarrado. Ya sabes que siempre supe todo lo que pasaría. Te lo conté y ahora es tal y como predije. No ha variado un ápice. De verdad pensé que por una vez no se cumplirían esos designios, que sigo sin saber de donde vienen ni porqué.
Hoy era el día para haber escrito una carta de amor, como hacen los imbéciles, de quienes no me siento demasiado lejos. Quizá regale un corazón de cartulina a alguien que lo necesite, como el que da un beso en la mejilla. Ninguno para amantes que han estado esperándome durante años... Admiro esa constancia o el que crean que sus sentimientos no han cambiado. Podrían haberme tenido si yo me dejase. Quien sabe? Quizá sea tarde, quizá yo pueda obligarme a sentir algo. Quizá deba responder una llamada, contestar un sms o no evitar los besos que acuden inocentes a mis labios. Quizá deba engañarme un rato más y pensar que lo que quereis en mí, lo quereis sólo porque aún no os lo he dado. Se que cuando lo tengais, no sabreis que hacer con ello y acabará desechado. De nuevo un futuro que os viene grande y de nuevo un fantasma exorcizado que vuelve a bajar a los infiernos.
Me preguntaron que con quien iba a pasar el 14 de febrero y se sorprendieron cuando dije que con mis amigos. Lo pasaré con ellos porque es la mejor manera de no pasarlo a solas con Sam. Y todo el mundo pensará y especulará que estoy con alguien más.
Pienso en todas las gilipolleces que he hecho estos últimos años. Todo lo que hice porque os sintierais el centro del universo. La inutilidad de las fuerzas que gasté. Sin querer, logré que en todo lo que tuvierais alrededor hubiese parte de mí. Yo hubiera preferido pasar más desapercibido. Que no tengais que volver ahora, cuando habeis creído aprender las lecciones de una vida extraña.
Yo sólo quería haber estado en una esquina inescrutable, tocando la guitarra, desafinando la voz. Es lo que pretendo ahora. Ya no me molesto en dejar una huella que sólo sirve para que en el futuro se acuerden de mí. Mi marca quedará como un fósil difuminado por la erosión de las mentiras, de las falsas creencias, de las especulaciones sin sentido.
Querría haber muerto. Por un tiempo se convirtió en la opción más atractiva. Llegué a dejarme seducir y abandoné mi lucidez. La dejé a merced de las mareas, los remolinos, el oleaje salvaje de nuestros recuerdos...
No voy a decir que esté mejor ahora. No puedo decir que haya vuelto a amar. He masticado palabras que hacían sentirse bien a mis amantes, pero por dentro mi lengua ardía como si le hubieran inyectado agua bendita. He aprendido a fingir a cambio de unos besos, unos abrazos que me ayuden a pasar el rato y a olvidarme de lo que es amar. Soy el reflejo de la persona que fui. El reflejo proyectado en mil espejos rotos en los que no me reconozco. Ni siquiera una sombra difusa. Soy yo sin ser yo. Soy una mentira cierta. Soy miedo sin temor. Soy el dolor en tus ojos cuando les da el sol. O el color que se produce al atravesar mi pecho con una estaca que se astilla.
El verde que me dispara a la sien y el rojo que apartaría de mí todos los errores que cometo.
Ya sabes que pienso que toda esta chorrada de fechas comerciales no tiene mucho sentido, pero en el fondo me gusta tener un detalle absurdo que te haga sonreir. Soy sólo eso, yo no tengo principios inamovibles.
Los días han sido oscuros y la noche siempre llega pronto. La luz del Sol se esconde tras la marisma y el cielo se vuelve anaranjado y lúgubre. No hemos tenido tiempo para nosotros. Toda esa neblina te cegó y te hizo insoportable.
Es triste mirar a un pasado tan doloroso y que esto me impida ver un futuro mejor. Los miedos han anidado en mí en forma de desconfianza. Son bestias dentadas que centellean en los rincones de mi memoria y de mis pesadillas. Blasfeman contra lo que fuimos y contra lo que podríamos haber sido y reducen tu presencia a una ridiculez indescriptible. Te has vuelto a sus ojos como un enjendro irrisorio, una parodia de la humanidad más desvirtuada. Eres un chiste en los labios de un gangoso.
Yo no me esforzaba en ser feliz. Simplemente lo era al margen de mis terrores y mis prejuicios. Al margen de mis visiones de un futuro desgarrado. Ya sabes que siempre supe todo lo que pasaría. Te lo conté y ahora es tal y como predije. No ha variado un ápice. De verdad pensé que por una vez no se cumplirían esos designios, que sigo sin saber de donde vienen ni porqué.
Hoy era el día para haber escrito una carta de amor, como hacen los imbéciles, de quienes no me siento demasiado lejos. Quizá regale un corazón de cartulina a alguien que lo necesite, como el que da un beso en la mejilla. Ninguno para amantes que han estado esperándome durante años... Admiro esa constancia o el que crean que sus sentimientos no han cambiado. Podrían haberme tenido si yo me dejase. Quien sabe? Quizá sea tarde, quizá yo pueda obligarme a sentir algo. Quizá deba responder una llamada, contestar un sms o no evitar los besos que acuden inocentes a mis labios. Quizá deba engañarme un rato más y pensar que lo que quereis en mí, lo quereis sólo porque aún no os lo he dado. Se que cuando lo tengais, no sabreis que hacer con ello y acabará desechado. De nuevo un futuro que os viene grande y de nuevo un fantasma exorcizado que vuelve a bajar a los infiernos.
Me preguntaron que con quien iba a pasar el 14 de febrero y se sorprendieron cuando dije que con mis amigos. Lo pasaré con ellos porque es la mejor manera de no pasarlo a solas con Sam. Y todo el mundo pensará y especulará que estoy con alguien más.
Pienso en todas las gilipolleces que he hecho estos últimos años. Todo lo que hice porque os sintierais el centro del universo. La inutilidad de las fuerzas que gasté. Sin querer, logré que en todo lo que tuvierais alrededor hubiese parte de mí. Yo hubiera preferido pasar más desapercibido. Que no tengais que volver ahora, cuando habeis creído aprender las lecciones de una vida extraña.
Yo sólo quería haber estado en una esquina inescrutable, tocando la guitarra, desafinando la voz. Es lo que pretendo ahora. Ya no me molesto en dejar una huella que sólo sirve para que en el futuro se acuerden de mí. Mi marca quedará como un fósil difuminado por la erosión de las mentiras, de las falsas creencias, de las especulaciones sin sentido.
Querría haber muerto. Por un tiempo se convirtió en la opción más atractiva. Llegué a dejarme seducir y abandoné mi lucidez. La dejé a merced de las mareas, los remolinos, el oleaje salvaje de nuestros recuerdos...
No voy a decir que esté mejor ahora. No puedo decir que haya vuelto a amar. He masticado palabras que hacían sentirse bien a mis amantes, pero por dentro mi lengua ardía como si le hubieran inyectado agua bendita. He aprendido a fingir a cambio de unos besos, unos abrazos que me ayuden a pasar el rato y a olvidarme de lo que es amar. Soy el reflejo de la persona que fui. El reflejo proyectado en mil espejos rotos en los que no me reconozco. Ni siquiera una sombra difusa. Soy yo sin ser yo. Soy una mentira cierta. Soy miedo sin temor. Soy el dolor en tus ojos cuando les da el sol. O el color que se produce al atravesar mi pecho con una estaca que se astilla.
El verde que me dispara a la sien y el rojo que apartaría de mí todos los errores que cometo.
Espectacular. Y aunque suene doloroso necesitaba leer que no siempre todo es ideal. Besos.
Es muy muy bonito, Sam. Aunque con tu toque "triste" habitual
muchas gracias chic@s! me alegra mucho k os haya gustado!!! ^^
besos!!