Tenía su destino agarrado con fuerza, pero lo soltó. Fue incapaz de ver como caía desde aquel mirador y se tapó los oídos evitando escuchar el choque contra el suelo gris, humedecido por las lluvias de la noche previa.
Era medio día y el sol calentaba las calles con levedad. Algunas nubes se interponían ensombreciendo lo que podría haber sido un agradable día invernal para ir a la playa. Sam permanecía sentado en el banco, esperando que llegase su cita. Algunos charcos resistían aún, dando fé de que a febrero le quedaban cartas por jugar.
- ¿Llevas mucho esperando?
- Da igual, llegas tarde.
- Yo nunca llego tarde. Esa idea no es más que fruto de tu impaciencia.
- No importa.
Sam apoyó los brazos sobre el espaldar del banco y echó la cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Un frío extraño invadió su nuca al tiempo que el pecho se llenaba de un calor reconfortante. Cuando abrió los ojos, volvía a estar completamente solo.
La plazoleta parecía enorme desde donde él estaba sentado. Era una explanada deshabitada sembrada por modernas farolas azules con desconchones de óxido. Sam se levantó y se dispuso a salir de allí. Su casa no quedaba lejos, y es hacia donde se dirigía. Su teléfono sonó con la canción "Man of Golden Words" del grupo "Mother Love Bone" Era la melodía que usaba para los números que no estaban en su agenda. Miró la pantalla por si le resultaba familiar, pero su mala memoria hizo gala. De todos modos decidió atender la llamada.
- ¿Quien es?
- ¿Tienes lo que te pedí?
- Ah, vlo tengo en casa.
- Lo necesito cuanto antes. ¿Vas a estar allí?
- Sí, pásate.
Su interlocutor colgó sin despedirse. La voz había parecido algo nerviosa. Como la de un yonqui, que busca desesperado saciar el mono que le perseguía horas antes de conseguir el dinero para su dosis.
Cuando Sam subió a su piso, lo primero que hizo fue dirigirse a la nevera a por una lata de cerveza. Cogió una jarra del mueble alto de la cocina y la llenó con la bebida. Acto seguido se dirigió al despacho. Sobre la mesa de cristal se encontraba el teclado con el que componía, así como el del ordenador, un ratón inalámbrico, la pantalla plana de 19 pulgadas y un ejemplar a medio encuadernar de su último recopilatorio de poemas. Destacaba una cajita cuadrada marrón decorada con espirales color bronce. El chico la observaba mientras bebía con calma.
Sonó la puerta y fue a abrir con parsimonia.
- Estaba el portal abierto.
- Mejor, el portero no funciona.
- ¿Tienes eso?
- Ya te dije que sí. ¿Quieres tomar algo?
- Tengo mucho que hacer.
- Esto... ¿Tiene que ser siempre tan frío?
- No seas ridículo, Sam. No estamos cambiando cromos.
- Que anacrónico.
- Damelo ya. Tú tienes lo que querías.
- Tranquilo. Dártelo también es parte de lo que quiero.
Se dirigió al despacho nuevamente. Su visita esperaba en la salita observándolo todo. Sam tomó la caja de la mesa de escritorio y la llevó hasta la sala contigua, donde le esperaba aquella persona.
- Toma. Con esto acaba todo, ¿no?
- Sí, a menos que quieras volver a pactar.
- No. Esto sí es lo que quería desde un primer momento.
- Si hubieras sido claro entonces...
- Me dejé llevar por los tópicos. Deberíais dar más información.
- Los mortales deberíais ser más inteligentes.
- Entonces supongo que perderíais clientela, ¿verdad?
- ...
- Anda, vé con dios.
- Jajaja. Con esa ironía, ¿te has planteado ser uno de los nuestros?
- No tengo esa absurda ambición ni mucho menos necesito pertenecer a nada.
- Ahora sin embargo, parte de ti nos pertenece.
- Parte de mí que no volveré a necesitar.
La estancia se oscureció para volverse un destello de luz rojiza que cegó al muchacho. Después de eso, volvía a estar solo.
Se sentó en su despacho, relajado, a terminar su cerveza. Ya no tenía que pensar en lo que había pasado. Sencillamente, había recuperado el alma a cambio de entregar su corazón.
Me ha gustado. ¿Realmente que valdrá más el corazón o el alma? Besos. ;)
gracias Ardid :)
a mi personalmente me ha perjudicado más tener corazón k "alma"... menos mal k aceptaban devoluciones!! ;)
1besote!
Si "los malos" juegan entre corazones y almas ¿significa que el otro lado trafica con cerebros?... pues llevo toda una vida equivocada xb
¿Quien ha dicho que los otros no formen parte del negocio? El termino competencia cuadra a la perfección.
jaja. es cierto, los k se hacen pasar por buenos son kienes trafican con el miedo y los cerebros. quienes controlan la educacion y la cultura. la verdad, es complicado saber kienes son los buenos i kien los malos!!
besotes!!
Pos eso, los malos nunca son tan malos y los buenos tampoco son tan buenos.
¿Estamos tirando de clichés o me lo parece a mí? ¬¬
i ké no es un cliché ya hoy en día?? jajaja xk si los wenos fuesen superwenos i los malos supermalos, sería también el típico cliché te telenovela...