y si volvemos a vernos...

No me está apeteciendo mucho escribir nada últimamente. Supongo que al fin y al cabo debo agradecer que este no sea mi trabajo. Me falta constancia y me sobra ímpetu.

He llegado esta mañana a casa. Me había dejado el pijama en el salón, así que en vez de conformarme con quitarme sólo la corbata para desayunar más cómodo, me he quitado el disfraz de trabajo completo y me he puesto el disfraz de dormir.

Escribo esto mientras paso al portatil un video que grabé con el móvil. Nada del otro mundo. Sólo la carretera, parte de la que me acompaña cada mañana, de regreso a casa. Y de fondo una canción como cualquier otra que podría haber ido sonando. Esta vez le ha tocado el turno a Dorian.

Anoche tuve visita, como otras noches he tenido. Unos amigos pasaron a verme y saludarme, y fue agradable y divertido.

Alguno comentó lo envidiable que era mi trabajo. Bueno, reconozco la comodidad, reconozco que el lugar es precioso. Que la carretera que me lleva y trae a diario es un paisaje muy bonito, especialmente en los anocheceres que el Sol todavía no se ha apagado tras el horizonte y los amaneceres en los que el astro asoma con una timidez anaranjada y púrpura.

Y es cierto que es un trabajo agradable en un lugar privilegiado, y me siento bien por haberlo obtenido sin tener que pisotear a nadie, por mi propio esfuerzo. Tampoco es que sea un orgullo. Ya sabeis que no suelo enorgullecerme de nada. Al fin y al cabo es la vida que estoy viviendo y punto.

Mis desayunos se están limitando a dos pastillas con bebida de soja y un trozo de barra de pan con una lata de atún en aceite de oliva. Nunca he sido un tio de costumbres. De hecho, no me gusta hacer las mismas cosas, pero creo que necesito cierto orden en mi vida, aunque sólo sea en los desayunos. El resto del día es un caos a medio planificar en el que sólo sé a qué hora quedaré con tal o cual amigo o amiga. Tengo tanta suerte de tener buenos amigos y buenas amigas... No son gente que haya venido a mí por haber visto una "cara bonita" en una estúpida red social. Y tampoco necesitan enfrentarse a mis enemigos para defenderme y apoyarme. No son tan ridículos.

Esta semana que entra encargaré la Fender Stratocaster americana. Es blanca, con el golpeador en rojo. Quiero cambiarle la pastilla doble por una Seymour Duncan Sh-4 BK Jeff Beck. Se parece a esta, solo que el mástil no es en negro y la de Cobain creo que es el modelo Mustang...

Le había perdido el rastro, pero aquí está el modelo exacto. Creo que me he vuelto fácil de enamorar.

Empiezo a tener frío. Esperaré un rato más antes de irme a la cama. Postearé esto y me esconderé bajo el edredón hasta que el despertador me diga que es hora de poner una sonrisa hipócrita que me acompañe el resto del día. Creo que es lo único que hago por hipocresía. Me gusta contagiar la alegría que tuve cuando pensé que era feliz. Ahora que he perdido eso, creo que ha llegado el momento de volver a intentarlo de verdad. Sin la máscara del juego social del mundo perfecto. Voy a esforzarme tratando de recuperar al Sam que era.

Comments (9)

Lo único que tengo que decir:

http://www.youtube.com/watch?v=4pT7PiRoysU

eso es k kieres tekila?? ^^

Emmm ya te daré un abrazo por tu ocurrencia... animalito.

miau

¿Dónde se perdió el positivismo que te inundó antes de las Navidades?

se perdio en la noche de fin de año, Ardid... Huelva es una ciudad extremadamente pequeña...

En ese caso, busca, que seguramente la encuentres en la tercera esquina a la derecha, bajo el árbol moribundo, que ni de cobijo sirve ya. Sin embargo, guarda con ternura tu alegría a la espera de que seas capaz de atraparla. ;)

gracias por esas indicaciones Ardid!!! te haré caso y buscaré ese lugar ^^ thanks!! :)

Totalmente cierto, si no, pasaríamos la vida sin pena ni gloria. Ánimo. Besos.