Useless



Acabo de ver el documental sobre Kurt Cobain "About a Son". Bueno, en realidad no son más que trozos de conversaciones que tuvo con su biógrafo, Michael Azerrad.

No sé, me ha dejado bastante indiferente. Supongo que porque la mayoría de las cosas ya las sabía, y realmente no lo he visto para conocer ningún aspecto de su vida, sino para tratar de tener una idea sobre sus pensamientos, sus ideas. No me ha sido nada útil. Era obvio que si se trataba de una serie de entrevistas para escribir la biografía del grupo o de él mismo, hablase sobre eso, pero esperaba un poco más de lo que pensaba de la vida, y menos sobre lo que la gente pensaba de él.

Hoy me siento extraño. Últimamente me ha dado por leer cosas sobre este hombre, supongo que impulsado por alguien que me lo ha traído a la mente. Ahora tampoco sé qué pensar. No necesito saber nada más sobre este tio de lo que ya sabía. Nunca he sido un mitómano de estos que alucina leyendo sobre sus heroes. Me importa una mierda si me parezco o no a él.

Siembran en mí una duda que se come otra duda, y ahora no sé ni de qué dudar.

Escribir no hace que se disipe nada. En serio, no consigo lo que conseguía antes. Pierde su sentido cuando no tiene utilidad. Hay algo que no se va, que sigue ahí y no puedo expulsarlo.

Hoy, bueno, ayer, necesitaba con ansiedad estar con alguien y sentirme apreciado, pero también necesitaba estar solo. Era tan contradictorio que no sabía qué hacer. Irme, quedarme. No quería estar solo, pero tampoco me hubiera valido estar con cualquiera. Imagino que es complicado de entender para alguien que no esté en mi cabeza. Es complicado de entender para mí, que quiero salirme de ella.

Como decía, necesitaba sentirme apreciado. No como me he estado sintiendo últimamente. No necesitaba sentirme deseado ni nada parecido. Simplemente necesitaba que me abrazaras, igual que puedes abrazar a cualquiera de tus amigos cuando se hacen los tristes o buscan una excusa para parecer felices.Yo necesitaba algo que no llegaría, pero a su vez quería salir corriendo y estar solo en algún lugar desde donde se viera el sol. Donde no pudiera oir coches ni muchedumbre.

Necesitaba recibir algo que eres capaz de darle a cualquier otro menos a mí. Y es egoista por mi parte. Es egoista sentirme incomprendido, desterrado del lugar que fui creando en mi imaginación. Donde todo era perfecto y yo era sólo parte de la historia. Donde no estaba solo.

Me direis que no estoy solo, pero realmente quiero estarlo. No intento dar pena ni llamar la atención sobre nada. Lo único es que no quiero seguir contagiando a nadie con mi estado de ánimo. Las personas que me están apoyando no lo merecen. Nadie lo merece. Y escribir no me satisface ya, así que creo que dejaré de hacerlo. Dejaré de joder con lo que siento o lo que pienso, porque realmente a nadie le interesa. Ya digo que ha perdido el interés incluso para mí.

Dejaré que se publique una entrada más que escribí hace poco y dejé programada para que saliera en el blog en unos días y tomaré esta como la última, en una de esas pausas indefinidas.

Simplemente creo que volveré a escribir cuando lo necesite, o cuando piense que me puede servir de algo, o cuando vea que me satisface como lo hacía antes. Si eso no vuelve, no escribiré nunca más y ya está. Todo lo que sale ahora de mis manos es muy dañino para quienes sienten algún aprecio hacia mí. Y repito, no quiero involucrarlos más en mis estados de ánimo.

No entiendo cual es el problema. Creo que es sólo que se ha desmoronado el puto castillo de arena donde ya había puesto conchas en todas las ventanas y puertas. Donde creía estar seguro. Yo sólo quería compartir mi felicidad, mis inquietudes. No quería guardarlas en ninguna caja para disfrutarlas en la soledad que siempre he procurado.

Me habeis tenido aquí. Siempre he tratado de pasar desapercibido. Nunca me ha gustado molestar. Supongo que escribía públicamente porque de algún modo necesitaba contar a alguien, más bien, que alguien supiera, lo que pasaba por mi cabeza. Mis ideas. Quizá buscaba algo en quienes me leían. No lo sé. Nunca he querido darmelas de nada y he preferido cierto anonimato. Nunca he aspirado a que esta mierda fuese leída más que por 4 o 5 amigos y amigas. Sé que tampoco me lee mucha más gente, aunque hubo un tiempo que me gustaba pensar que sí. Estaba alimentando un ego soplando sobre las brasas, pero yo no soy así. No me importa ser o no ser. Ya no.

Por eso estoy desapareciendo. Por no interferir más en la vida de nadie. Porque no tiene sentido escribir de forma pública cuando no voy a provocar nada positivo en nadie, empezando por mí.

Ya sé que me repito, pero al menos hoy no me estoy contradiciendo demasiado. Es como si se hubiesen abierto las puertas de una presa y el agua fluyese, retomase su curso, y yo estuviese ahí, dejandome arrastrar violentamente, cayendo entre remolinos hacia el cauce natural que rige la vida.

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