"You got problems you can't solve,
It's enough to make you start to hate your friends"
Conocí la música de The Lemonheads cuando todavía era un niño (mucho antes de convertirme en niñato) Raquel, una compañera del colegio me pasó un cassette que era de su padre, creo... el título del álbum me llamó la atención... 'Hate your friends' y una de las canciones que más escuchaba era la que tenía el mismo nombre.
Me copié la cinta antes de devolvérsela. No tenía mucho más trato con ella que amigos comunes y su presencia en mi clase y no me gusta retener cosas que no me pertenecen.
La escuché hasta aburrirme. Era una etapa que me llegaba mucha música y quería empaparme del máxiimo posible. Me decantaba por unos estilos concretos, porque me provocaban sensaciones que nunca había vivido hasta ese momento. Sensaciones que sólo me llegaban a través de la música, y a través de determinada música.
Luego a saber dónde guardé la cinta, o si se la dejé a alguien, o vaya usted a saber. Tampoco fue ninguna pérdida dolorosa. Tenía otros muchos cassettes para ocupar mi mente y mi tiempo.
Pero en ocasiones recordaba este tema, me apetecía volver a oirlo, y no daba con él en internet. Tampoco me apetecía buscar el disco por ninguna tienda sólo por una ridícula nostalgia. No, ni siquiera era nostalgia.
Pero hace poco retumba de nuevo el título de la canción en mi cabeza... hate your friends... odia a tus amigos. Y como dice la letra, tienes problemas que no puedes solucionar... y ya es bastante para que empieces a odiar a tus amigos...
Y la culpa de esto la tiene el entramado empresarial. Las relaciones y vínculos que se establecen en lugares donde hay intereses económicos o ambiciones personales. Esas falsas amistades que se crean muchas veces en los lugares de trabajo, o que uno pensaba que eran otra cosa y se desengaña.
No, yo hace tiempo que dejé de desengañarme con las personas, sencillamente porque no espero nada de ellas. No pido nada a cambio de lo que hago. O quizá es que no haga nada que merezca ser intercambiado.
Tampoco es que odie a mis amigos o mis compañeros de trabajo. La verdad es que no odio a nadie, simplemente me asqueo con algunas personas o algunas situaciones.
Y con lo que pretenden muchos medio cargos de muchas empresas, que siembran la semilla de la rivalidad entre sus trabajadores sólo para que estos no se cubran las espaldas unos a otros y critiquen acciones erroneas de sus propios compañeros, sean ciertas o no, para obtener favores.
Vivimos en una sociedad de clases. Somos victimas del dinero y del poder. Somos capaces de mirar con asco a un hombre que vagabundea con un carton de vino pegado a la mano y mirar con admiración al señor de traje y corbata que acaba de bajar de su mercedes clase trecemil.
Pero ¿realmente sabemos cómo ha llegado uno y otro a la situación que están viviendo?
Las apariencias, las malditas apariencias. Nos reímos de los desdichados y besamos los pies de los agraciados. Todo son intereses. No somos capaces de sonreir a la señora que pide limosna siempre en la misma esquina. Bajamos la cabeza y la evitamos. Pero cuando nos cruzamos con el ejecutivo al que necesitamos congraciar, sí aparece en nuestro rostro una sonrisa de falsedad y un intento patético por captar su atención.
Y ese ejecutivo, cuando tiene demasiados perros olisqueando a su alrededor, tira un hueso para que se peleen por él, y poder quedarse con el animal más fiel. Con el que se lleve el hueso en la boca y lo deposite, esperando su premio, ante sus pies. Los mismos que besaba antes.
Siempre habrá jefes y jefes, y compañeros y compañeros, pero no podemos engañarnos, y debemos ser concientes de que muchos jefes no quieren que respetemos a nuestros compañeros ni mantengamos afinidades. Quieren que "los odiemos" y compitamos por nuestro hueso, por rebañar el trozo de carne que se queda pegado.
Crean problemas que no puedes solucionar,
y es entonces cuando hacen que tengas que empezar a odiar.
It's enough to make you start to hate your friends"
Conocí la música de The Lemonheads cuando todavía era un niño (mucho antes de convertirme en niñato) Raquel, una compañera del colegio me pasó un cassette que era de su padre, creo... el título del álbum me llamó la atención... 'Hate your friends' y una de las canciones que más escuchaba era la que tenía el mismo nombre.
Me copié la cinta antes de devolvérsela. No tenía mucho más trato con ella que amigos comunes y su presencia en mi clase y no me gusta retener cosas que no me pertenecen.
La escuché hasta aburrirme. Era una etapa que me llegaba mucha música y quería empaparme del máxiimo posible. Me decantaba por unos estilos concretos, porque me provocaban sensaciones que nunca había vivido hasta ese momento. Sensaciones que sólo me llegaban a través de la música, y a través de determinada música.
Luego a saber dónde guardé la cinta, o si se la dejé a alguien, o vaya usted a saber. Tampoco fue ninguna pérdida dolorosa. Tenía otros muchos cassettes para ocupar mi mente y mi tiempo.
Pero en ocasiones recordaba este tema, me apetecía volver a oirlo, y no daba con él en internet. Tampoco me apetecía buscar el disco por ninguna tienda sólo por una ridícula nostalgia. No, ni siquiera era nostalgia.
Pero hace poco retumba de nuevo el título de la canción en mi cabeza... hate your friends... odia a tus amigos. Y como dice la letra, tienes problemas que no puedes solucionar... y ya es bastante para que empieces a odiar a tus amigos...
Y la culpa de esto la tiene el entramado empresarial. Las relaciones y vínculos que se establecen en lugares donde hay intereses económicos o ambiciones personales. Esas falsas amistades que se crean muchas veces en los lugares de trabajo, o que uno pensaba que eran otra cosa y se desengaña.
No, yo hace tiempo que dejé de desengañarme con las personas, sencillamente porque no espero nada de ellas. No pido nada a cambio de lo que hago. O quizá es que no haga nada que merezca ser intercambiado.
Tampoco es que odie a mis amigos o mis compañeros de trabajo. La verdad es que no odio a nadie, simplemente me asqueo con algunas personas o algunas situaciones.
Y con lo que pretenden muchos medio cargos de muchas empresas, que siembran la semilla de la rivalidad entre sus trabajadores sólo para que estos no se cubran las espaldas unos a otros y critiquen acciones erroneas de sus propios compañeros, sean ciertas o no, para obtener favores.
Vivimos en una sociedad de clases. Somos victimas del dinero y del poder. Somos capaces de mirar con asco a un hombre que vagabundea con un carton de vino pegado a la mano y mirar con admiración al señor de traje y corbata que acaba de bajar de su mercedes clase trecemil.
Pero ¿realmente sabemos cómo ha llegado uno y otro a la situación que están viviendo?
Las apariencias, las malditas apariencias. Nos reímos de los desdichados y besamos los pies de los agraciados. Todo son intereses. No somos capaces de sonreir a la señora que pide limosna siempre en la misma esquina. Bajamos la cabeza y la evitamos. Pero cuando nos cruzamos con el ejecutivo al que necesitamos congraciar, sí aparece en nuestro rostro una sonrisa de falsedad y un intento patético por captar su atención.
Y ese ejecutivo, cuando tiene demasiados perros olisqueando a su alrededor, tira un hueso para que se peleen por él, y poder quedarse con el animal más fiel. Con el que se lleve el hueso en la boca y lo deposite, esperando su premio, ante sus pies. Los mismos que besaba antes.
Siempre habrá jefes y jefes, y compañeros y compañeros, pero no podemos engañarnos, y debemos ser concientes de que muchos jefes no quieren que respetemos a nuestros compañeros ni mantengamos afinidades. Quieren que "los odiemos" y compitamos por nuestro hueso, por rebañar el trozo de carne que se queda pegado.
Crean problemas que no puedes solucionar,
y es entonces cuando hacen que tengas que empezar a odiar.
Podrías hacerme tú un titulo asi chulo... 8-) jejejeje!
Graxx! ^^
xDD si kieres!! ^^ xDD puedo intentarlo a ver si me sale algo, pero no se, s algo mu personal no? jummm... si se me ocurre algo a ver si saco 1ratiyo sta noxe xDD