De pequeño atrapaba moscas con los dedos... supongo que siempre he sido una especie de Satán moderno...
Para quienes ven en mí una suerte de demonio blasfemo y peligroso:
No soy más que carne y huesos deformes en una mente mal organizada. Soy una tentación absurda de lo que debería ser vuestra felicidad y mis tormentos. No puedo comprender la violencia de las palabras cuando apenas alcanzo a situar mi cabeza en un mapa de sensaciones y besos. Todos estais malditos, como estas manos, como estos ojos que sostengo con ellas cuando caen, pesados por las lágrimas y los recuerdos.
Toda una masacre de odios vestidos de azul y temores pintados de gris. Un arcoiris macabro donde ambos extremos son cuchillas frías, como las mentiras que contabas.
El universo es un escenario fugaz, porque todo transcurre según las perversiones de vuestras conciencias. De los miedos que enfundais en un bolsillo roto, en el traje que vestís cada noche para ir a rezar a vuestros santuarios, hediondos de alcohol y semen.
Mis párpados sólo pueden ser arrancados con un alicate de realidad. Mientras tanto, sueño.
Y de vuestras manos brotan palomas blancas.