REVOLUCIÓN y despedida del blog

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"Entendemos que son verdades evidentes el que todos los hombres han sido creados iguales, que han sido dotados por su creador con ciertos derechos inalienables, entre los que se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y que, para asegurar estos derechos, se han instituido entre los hombres los gobiernos, cuyo poder depende del consentimiento de los gobernados. Y que cuando cualquier forma de gobierno perjudica estos fines, el pueblo tiene derecho a alterarla o abolirla e instituir una nueva..."


- Pasaje de la Declaración de Independencia de los EE.UU.




Comencé este blog sin una intención clara. Supongo que siempre me ha liberado el hecho de escribir y eso fue lo que me motivó. De todos modos, me gusta enfocar mis "obras" y al igual que "Después de Abril" era un viaje desde el desamor al enamoramiento más real, "aKienleIMPORTA" pretendía ser una disertación sobre esos temas que realmente no le importan a nadie, pero también sobre los que deberían importarle a la gente y parecen no hacerlo.


Por cuestiones personales, el blog se acabó convirtiendo en algo excesivamente personal que intenté alternar con textos literarios, influencias y demás, pero ya se había convertido en un caos absoluto de emociones, ideas, trabajos y desengaños.


Creo que es buen momento para cerrarlo. Cerrar una puerta que me ha terminado por agobiar.


Durante toda mi vida, pero especialmente en una última etapa, he tratado a la gente que me rodeaba y me importaba de manera que pudieran desarrollar lo mejor de sí mismos. Les he dado confianza y herramientas para que sacasen provecho de sus inquietudes y aficiones. Nunca he instruido ni obligado. No he presionado ni agobiado. Símplemente les he alentado y facilitado sus propios pasos.


Y bueno, siempre hay excepciones a todo, pero he aprendido que las personas no quieren evolucionar. Son esclavos de sus inseguridades, sus temores y prisioneros de las mentes que les dicen que no se compliquen con sueños absurdos, que es más cómodo observar como la vida transcurre frente a ellos y que dejen las grandezas para los heroes puntuales que aparecen en televisión.


Eso es este mundo. Una masa inconmesurable de conformidad.


Todos podeis ser lo que os propongais. Las únicas limitaciones nos las dan las leyes físicas. Necesitais una ambición sana que os impulse sin tener por ello que aplastar a los demás. Este mundo ya está excesivamente movido por el odio, las envidias y especialmente los complejos y las frustraciones.


Recordad que somos animales que se creen superiores, y en esa falta de humildad está el error. Es por creer que somos mejores, por lo que no nos esforzamos en serlo realmente.


Movimientos como el 15M y todas las revueltas de la conocida como "Primavera Árabe" no sirven de nada sin voluntad, sin coordinación, sin una inteligencia colectiva que analice cada acción y sepa dar los pasos correctos para no caer en demonizaciones. Los pasos en falso dan alas a la prensa politizada para derrumbar al movimiento frente a una opinión pública alienada y desinformada.

Nosotros somos la herramienta del cambio. Nosotros somos quienes realmente podemos hacer que todo lo que hoy es "incorrecto" por prejuicios ancestrales y ridículos, sea normal y justo. Nosotros podemos vencer lacras como el machismo violento, la xenofobia, la homofobia, el bulling, y mil conductas que aunque vilipendiadas, no solucionamos. Porque la respuesta está en una reestructuración profunda de la cultura y del desarrollo de la inteligencia. En un cambio total de la economía y de la estructuración política.


Es necesaria una revolución pacífica, inteligente y bien estructurada donde el único precepto sea la igualdad y el bienestar. La paz es posible mediante la paz.


En estos tiempos en que más debemos estar unidos para enfrentarnos a la mala gestión política, a los estragos de los favoritismos a la industria más agresiva por parte de los gobiernos, es cuando surgen más disensiones entre los ciudadanos. Afloran grupos denominados de "extrema derecha" alimentados por el odio. Su odio proviene de sus frustraciones y de sus complejos de inferioridad. Creen ciegamente en sus dogmas porque les resulta más sencillo. No necesitan pensar si hay una conciencia que consideran superior que ya se lo ha dado todo bien mascado.


¡Por eso! No dejemos que sea una conciencia superior la que nos condicione, sino creemos nosotros una conciencia global a la que demos forma y condicionemos con amor. Si creeis en la existencia de algún dios, no creais en lo que los hombres dijeron que ese dios decía que había que hacer, sino seamos nosotros parte de ese dios que desea con nuestras voluntades que todo sea justo y posible.


Soy descaradamente ateo, pero creo en las personas. Todos los que me conocen saben que creo y confío en las personas y en sus capacidades. Sé que no todo el mundo es bueno, pero estoy convencido de que pueden llegar a serlo. Una sociedad sin frustraciones, una sociedad igualitaria es una sociedad posible. Está en nosotros.







Huid

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En ese momento, cuando fui consciente de mi propia muerte, sentí miedo por la muerte de cuantos me rodeaban. De las personas a las que amé.

Me sorprendo a mí mismo llorando sin un motivo. Ojalá pudiera explicar todo ese Apocalipsis que rompe mi cerebro a martillazos. Es un sinsentido absurdo que no sé en qué momento llegó a controlarme, aunque sí sé en que momento me invadió.

Supongo que tengo mil razones para seguir adelante y vivir, pero la única que puedo ver, es no provocar en quienes me aman lo mismo que siento yo. Este vacío, esta tristeza inmensa. Estos recuerdos que han cambiado de hacerme sonreir a hundirme en un foso de fango y espinas.

Ojalá pudiera romper todos mis vínculos sin hacerle daño a nadie. Y romper después mi cabeza contra el suelo, desde siete pisos de altura.

Lo que soy no es más que una sombra inútil. Un susurro. El que era, murió. ¿Para qué conservar un cuerpo que no alberga vida? Sólo soy un pensamiento.

Lo que soy es un esfuerzo por mantener la imagen que todo el mundo tenía de mí. Ni siquiera soy quien yo sabía ser.

Pude haceros felices a todos y jamás pedí nada a cambio. Yo lo daba todo sin esperar nada a cambio. Jamás os pedí nada a cambio. He sido lo que todos queríais que fuese sin tener que mentir. Sin tener que dejar de ser yo mismo. Os lo he dado todo.

¿Qué recuerdo teneis de mí? ¿Qué pensais conservar?

Hay lugares a los que debemos viajar sin nada. No puedo ensombrecer vuestra felicidad ahora. Antes de hacerlo, quiero perder esa capacidad. Pero cómo???

Nadie lo sabe todo sobre mí. O realmente es que nadie sabe una mierda sobre mí. Ignorais cuando me abro, cuando os doy mi confianza y os cuento lo que me preocupa, lo que siento. Convertís mis temores en paranoya enferma y los acabais haciendo realidad. Luego lo vais contando como si yo fuese vuestro enemigo más repugnante: "mira este lo que dijo"

No puedo odiar. Mi capacidad de odiar murió junto a mi capacidad de amar. Junto a mi felicidad, con mis ilusiones, mis bromas tontas, mi sentido del humor extraño.

Este recipiente que lleva mi cara es un monstruo al que no os debeis acercar.

Blasfemo...

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De pequeño atrapaba moscas con los dedos... supongo que siempre he sido una especie de Satán moderno...

Para quienes ven en mí una suerte de demonio blasfemo y peligroso:

No soy más que carne y huesos deformes en una mente mal organizada. Soy una tentación absurda de lo que debería ser vuestra felicidad y mis tormentos. No puedo comprender la violencia de las palabras cuando apenas alcanzo a situar mi cabeza en un mapa de sensaciones y besos. Todos estais malditos, como estas manos, como estos ojos que sostengo con ellas cuando caen, pesados por las lágrimas y los recuerdos.

Toda una masacre de odios vestidos de azul y temores pintados de gris. Un arcoiris macabro donde ambos extremos son cuchillas frías, como las mentiras que contabas.

El universo es un escenario fugaz, porque todo transcurre según las perversiones de vuestras conciencias. De los miedos que enfundais en un bolsillo roto, en el traje que vestís cada noche para ir a rezar a vuestros santuarios, hediondos de alcohol y semen.

Mis párpados sólo pueden ser arrancados con un alicate de realidad. Mientras tanto, sueño.

Y de vuestras manos brotan palomas blancas.

Wolf

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"Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo —todo el mundo lo sabe. Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo."

the way i feel...

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Nothing as it seems...

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Tengo el blog muy abandonado... Es más, ni siquiera he estado entrando a leer los blogs que sigo. No he estado pasando por momentos muy creativos y tampoco he querido aburrir a quienes pasais por aquí.

Tengo a medio terminar una entrada que quería haber publicado hace unas semanas, pero no me salen las palabras. Últimamente me cuesta que me salgan las palabras adecuadas y todo lo que pasa por mi cabeza es una mezcla de sinsentidos y divagaciones absurdas.

Me apetece escupir contra algunas personas ahora, porque me producen un asco monumental. Gentuza que se dedica a hacer campaña contra mí, sembrando mierda. En serio, no me perjudicais, porque si alguien os hace caso, es que no me conoce, ya me ha olvidado, o no merece la pena y punto.

Y ahí estoy, esperando determinar quien merece y quien no merece la pena en mi vida. Desde un punto muy egoista, como no podía ser de otra manera, separo a quien me aporta algo bueno de quien no me aporta absolutamente nada o lo que me aporta es negativo. Una lástima que en el cesto de fruta haya algunas que estén un poco podridas, pero poco a poco las iré seleccionando y será con lo que me quede. Eso sí, cualquiera se puede marchitar en cualquier momento. No os descuideis.

Hay recuerdos que todavía me producen demasiado dolor. Ya no es sólo eso, sino la desconfianza que hace que me sea imposible rehacer mi cabeza de nuevos recuerdos. No es que no sea capaz de ser feliz, sino que para serlo, debo mentirme a mí mismo, o hincharme de alcohol, como hace la rubia para creer que no es una zorra chernobita gorda que se ríe como una hiena desdentada, o imaginarse que tendrá un futuro prometedor en la insdustria del porno casero. Pero por suerte mi mente no es tan simple, aunque en ocasiones también me haga pasar por rubia. (Menos zorra, of course)

Nada es lo que parece en este baile de máscaras desagradables. Hay quien piensa que unos me manipulan, hay quien piensa que yo manipulo a otros, y sinceramente, se me revuelve el estómago al saber que se producen estas conspiraciones a mis espaldas. ¿Cual es el problema? Porque si todo gira a mi alrededor, el problema debo ser yo.

A la gente le cuesta demasiado decir las cosas a la cara tal y como son. ¿Debo ocultarme tras una superficial sonrisa de fantasía y deciros lo que quereis oir? Igual preferís que me quede en una esquina sin decir nada, os invite a una hamburguesa, unos chupitos, ponga mi casa y mi cama para que satisfagais vuestros placeres y además os compre tabaco, por si os apetece uno después de haberme jodido.

Cuando hago las cosas no espero nunca nada a cambio, pero tampoco me gusta que mordais mi mano. Me aburren la hipocresía y las mentiras de que os rodeais. Ya es insoportable e insostenible. Yo no soy como la gente con la que soleis tratar, que les basta poner caritas o hacer como que lloran.

¿Quién me conoce en realidad? ¿Cómo podeis juzgarme si ni siquiera yo sé como soy ni hasta donde estoy dispuesto a llegar?

Condenais mis acciones con tanta facilidad, que haceis que piense que me considerais un pelele inerte, carente de capacidad para pensar por mí mismo. ¿Es eso? Quizá no podeis daros cuenta del modo en que he influido en cada una de vuestras vidas. (Sin pretenderlo) Porque si no soy un retrasado, tampoco soy el monstruo malvado y manipulador que os cuentan/creeis.

Me sobra la gente que se acerca a mí con una intención. No soy un demonio ni un santo. No tengo amor para todos ni ganas de darlo. Reservo mis buenas intenciones a unos pocos y las malas las retengo para cuando al resto se le ocurra tocarme demasiado el karma.

Pero ya digo que nada es lo que parece. Especulais demasiado en torno a mí y en serio, que no soy tan simple ni tan retorcido. No soy tan bueno ni tan malo. Y ante todo, no soy como vosotros.

#estoymuloco

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que yo #estoymuloco eeh! que yo me pido una hamburguesa y le quito la lechuga porque es sana!! ah no coño, que esto no es twitter...

texto olvidado en un cuaderno

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Algo que le hace llorar,
algo que le hace sentirse mal.


Fermín camina hacia la parada del autobús de línea, de vuelta a casa desde la universidad. Su mochila gris cruzada al pecho, el pelo corto un poco alborotado. Inmerso en su mundo pero sin ir cabizbajo.

Ataque de ideas enfrentadas, sacudidas violentas. Una imagen, un rostro. Una memoria selectiva, confundida por la edad, el tiempo. El cielo cubierto, amenazando con agua, tormenta.

Fermín era de un peblo de Cádiz, pero estudiaba en Huelva la carrera de informática. Quizá porque no había tenido más remedio... quizá por dar un nuevo salto hacia su intimidad. Intimidad que compartía con tres estudiantes más en un piso barato. Ansias de independencia. Un forcejeo con su mundo, con ideas opuestas a las suyas. Una batalla contra mentes ignorantes de su dolor, sus sensaciones. Sus recuerdos, siempre ahí, siempre atacando.

El autobús llegaba. Él se montaba y se ponía de pie por el final, cerca de la última puerta, observando a la gente que pasaba por la calle. Le gustaba ir de pie en el autocar de línea, o mejor dicho, le parecía más cómodo que ir sentado. Su parada, se baja, mira arriba, los edificios... Ya empezaba a chispear. Fermín llega al piso, es un bajo. Entra, cierra tras de sí, va a su cuarto y deja la mochila allí. En la habitación sólo una cama y un escritorio bastante descuidados, hacen compañía al triste armario empotrado. No hay cortinas y sólo algunos posters o fotos de él o sus amigos pegados a la pared, aportan algo de color, calor humano a la estancia. Lo demás son libros apilados, apuntes. Revistas y una guitarra en una esquina.

La primavera termina, pronto llegan los meses calurosos, de vuelta a Cádiz junto a su familia. A decir verdad, los meses calurosos se habían adelantado y días grises como este eran sólo un sueño para los poetas. Sí es cierto que estaba siendo un año cálido en exceso.

Fermín llevaba bien los exámenes de junio, igual que siempre. Nadie le reprocharía nada en cuanto a los estudios. El joven sabía sacar los cursos adelante. Combinaba la inteligencia con su gran fuerza de voluntad. Esa fuerza salía del interés por demostrarse a sí mismo que era bueno, que valía para algo, aunque él aseguraba en sus monólogos internos que al conocer poca gente en Huelva no le quedaba más remedio que estudiar.

Sus compañeros de piso no eran mala gente, pero sí un poco gilipollas. Típicos prototipos del machito moderno. Pero como Fermín decía: "cada uno es como es y no es asunto mío el remediarlo"

- Tío Fermín, estás empanao.

Genaro hablaba medio asomado a la puerta de la habitación. Fermín había estado allí, metido en su cabeza mientras miraba las paredes parcheadasm adornadas de recuerdos, de ídolos y de inspiración.

- Ah tío que pasa. No te había visto.
- No, si es que has entrao a tu bola. ¿Vas a comé algo? Yo me iba a prepará una pizza de estas en el microondas.
- Venga vale, si va a quedar déjame un poco, que tampoco estoy yo con muchas ganas.

Salió Genaro y volvió a la cocina. Fermín, detrás, llegó hasta el salón y se sentó en el sofá. Genaro de vez en cuando se asomaba y hablaba a Fermín.

- Ostia tío la Lucía. Mira, estamos en clase y va y se me sienta al lao. Ostia Fermín, va la tía y me pone las tetas en toa la mesa y con las camisetas esas que ella se pone.

Fermín sonreía por inercia, y también porque en esos momentos era lo que se esperaba de él. Tan obediente, tan poco entusiasmado en estos días, cercanos al verano, cercanos a... esa persona por la que lo arriesgaría todo. Por quien lo daría todo. Y los nervios a veces le trepaban desde el estómago hasta el pecho.

Genaro seguía pendiente del microondas y su almuerzo congelado como quien vigila un guiso y no dejaba sola la cocina. Desde la puerta, a veces seguía contándole a Fermín lo de las tetas de Lucía y que cómo una tía tan fea podía tener esas tetas y ese pedazo de culo.

Pero no era eso lo que el chaval tenía en su cabeza... Lucía no era nadie y no lo sería nunca al lado de esa persona que conoció hace casi cinco años...

Su sonrisa, estar a su lado hablando. La inocencia en la mirada, tumbados hombro con hombro en la playa.

¡PIIIP! Y Genaro llegó con la pizza servida, unas servilletas y un par de platos.

- ¿Una cervecita?
- Deja, ahora me pillo una cola o algo.
- A ver tío, yo te la traigo.

...



Tenía este texto escrito en un cuaderno. Puede tener unos diez años. No me gusta, pero bueno. Aquí lo dejo como curiosidad :P A ver cuando escribo algo nuevo o retomo mil cosas que tengo abandonadas...